En el presente artículo se analiza la hipótesis que la causa de la deficiente planificación del
ordenamiento territorial es la descentralización administrativa, con base en la cual se otorgó a
los municipios la competencia de reglamentar los usos del suelo. Adicionalmente se estudia la
debilidad institucional como la razón de ser de las falencias de la descentralización y se
analizan aspectos inescindibles a la planificación del ordenamiento territorial, como la
información del territorio y el sistema electoral. Todo ello se plantea desde la perspectiva de la
economía institucional y de la economía política. Finalizando con el análisis de las
externalidades negativas del ordenamiento territorial, a partir del estudio del caso de Cajicá y
con el planteamiento de las conclusiones y propuestas.