El autor explica las diversas herramientas de interpretación, tanto especiales como generales, que son aplicables al derecho internacional de los derechos humanos. El principio pro homine se eleva como la herramienta fundamental para la correcta aplicación de estas normas, sin embargo, éste no puede convertirse en un comodín con el cual se extiendan los compromisos de los estados parte en los tratados internacionales. Por lo tanto, y como caso particular, los listados de derechos contenidos en los artículos 4.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 27.2 de la Convención Americana sobre derechos humanos, deben ser tomados de forma taxativa.