Según la autora, en el contexto de posmodernidad, secularización y tecnología informativa crecientes de las sociedades en América Latina, es indispensable inculturar el mensaje evangélico en estas culturas mediáticas. Eso implica no sólo asumir los retos planteados por las profundas transformaciones socioculturales y tecnológicas en el campo de la comunicación y la información, sino una reflexión dinámica y sugerente sobre la necesidad de una teología de la comunicación inculturada en este continente. Exige. además, unas estrategias evangelizadoras renovadas desde el escenario de los medios de comunicación, que manejen adecuadamente las técnicas del sofisticado y moderno mundo audiovisual contemporáneo.