Centro binacional parta las migraciones. Espacio de acogida y bienestar

Abstract

A raíz de una problemática mundial de migraciones, en este caso específico originadas en visiones políticas y económicas radicalmente distintas entre los dos países, el proyecto desarrollado busca formar parte del complejo sistema de soluciones ante dicha realidad, que en este caso afecta a esa población, forzada a abandonar su país en busca de mejores oportunidades; en el pasado la situación era la contraria. En el fenómeno reciente de la migración de venezolanos a Colombia, como país fronterizo es a la vez destino y región de paso. Cúcuta ubicada en el departamento del Norte de Santander se constituye en el paso fronterizo más frecuente entre los dos países, dada la relación con los estados del interior y el Caribe venezolano y ser el paso obligado, hacia el interior colombiano y, por ende, con los países suramericanos de la zona andina (Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, norte de Argentina, Paraguay y Uruguay)

El punto de partida ha sido la aproximación analítica de Cúcuta como ciudad de paso, además de actuar como centro de gravedad dentro de ella misma. Observada la estructura, urbana y medioambiental de la misma, se encontró la posibilidad de hacer un aporte sustancial al crítico sistema ecológico, mediante la implementación de un parque lineal al borde del rio pamplonita, para convertirlo en eje ambiental, urbano, paisajístico y social, donde adicionalmente se instalará el Equipamiento de acogida y bienestar para migrantes. Este cubrirá necesidades inmediatas de migrantes, o emigrantes, seres humanos cuyos desplazamientos, en muchos casos han vivido auténticas odiseas; el proyecto bridaría apoyo, información, asesoría, primeros auxilios y algo de bienestar temporal durante la que, en realidad, es una de las primeras etapas de su proceso migratorio.

El equipamiento ofrece, acorde con lo dicho, espacios de intercambio cultural no solo para la población migrante sino para los ciudadanos de Cúcuta que se verán beneficiados de estos espacios abiertos a toda la comunidad. Adicionalmente generaría un ambiente propicio para implementar una mejor relación entre dos culturas, paradójicamente tan similares y tan diferentes; en cierta medida, un instrumento más para romper las barreras invisibles de una frontera que en el ámbito del siglo XXI debería ser inexistente y mejor, constituir un espacio de intercambio, beneficioso para los dos países. Al fin y al cabo, el fenómeno que aborda el proyecto es apenas una de las facetas implicadas en el complejo proceso de la relación binacional.