El plan de integración de la Bolsa de Comercio de Santiago (Chile), La Bolsa de Valores de Lima (Perú) y la Bolsa de Valores de Colombia, con el cual se busca obtener una mayor liquidez en el mercado de activos financieros de dichos países, es ya una realidad. La integración debe permitir una modernización de los mercados bursátiles de Colombia, Perú y Chile. Con la integración podrán existir más instrumentos financieros y serán muchas más las posibilidades de diversificación de las inversiones, lo cual mitigará el riesgo retorno de cada una de ellas. Sin embargo, el arranque de esta integración ha sido lento. Las posibles diferencias en los sistemas de los países miembros, y la falta de información entorno a los títulos de renta variable de los otros países, ha dificultado las transacciones y no ha permitido obtener los resultados esperados.