La industria satelital ha jugado un papel clave en la exploración del espacio ultraterrestre y su reciente privatización, en razón de las ventajas en materia de telecomunicaciones, observación y meteorología, entre otras. Para que todas estas operaciones se puedan llevar a cabo, es necesario que previamente el satélite sea puesto en órbita. El presente trabajo pretende analizar el contrato de lanzamiento satelital celebrado entre quien desea poner en órbita un satélite y quien cuenta con la infraestructura para hacerlo, pues implican un reto para las figuras clásicas del derecho privado.