El texto discute la perspectiva del proyecto político de la ciudadanía pensada a partir del contrato social, no en su versión clásica, sino en el horizonte de la ética del discurso elaborada por Habermas. Las herramientas de análisis serán dobles: por un lado, la crítica que realiza Överland a los planteamientos de Habermas; por otra, la crítica que emerge desde la práctica del trabajo de una pastoral social y política, que permite esbozar una respuesta a la pregunta por el proyecto político que puede orientar a los cristianos en la actual situación.