El uso de indicadores se ha establecido como una forma sintética de abordar diferentes variables y objetos de análisis, incluida la complejidad de la biodiversidad y los ecosistemas, en el camino hacia el desarrollo sostenible global. Desde 2006, las Universidades de Yale y Columbia en Estados Unidos, junto con el apoyo del Foro Económico Mundial, han desarrollado el Índice de Desempeño Ambiental a una escala mundial, clasificando los países en un escalafón de desempeño según el manejo y gestión de sus recursos. Colombia ha estado incluido en el total de evaluaciones realizadas, aunque se ha visto un decrecimiento en los puestos ocupados históricamente, sugiriendo un menor desempeño ambiental año tras año. Partiendo del panorama nacional, se buscó determinar los factores a los que el índice pudiese haber sido sensible en las evaluaciones realizadas (2006-2014), así como el efecto de la disponibilidad y calidad de las bases de datos oficiales del país que alimentan las fuentes internacionales con las que el EPI establece su calificación. Con esto se encontró que el EPI presenta diferencias en su estructura misma respecto a los años evaluados (en aspectos como fuentes consultadas, escala de análisis, y número y tipo de indicadores), y que además algunas de las fuentes de información oficial y bases de datos disponibles a escala nacional no cumplen con los criterios de disponibilidad y calidad de la información, encontrando que ambos hallazgos pudieron incidir de manera positiva o negativa en el resultado de desempeño ambiental histórico del país. Igualmente se indagó acerca del impacto de esta herramienta en la divulgación de información ambiental y en su incorporación en la política, encontrando una baja relación. Al ser un índice que se aplica a nivel mundial, la comparación con otros países fue útil como referencia de potencialidades y oportunidades de práctica de los indicadores en el escenario ambiental nacional.