El trabajo de grado parte de la hipótesis de un reordenamiento territorial, que tiene por objetivo la institucionalización de la región -entendida como realidad económica, geográfica, política y cultural- como entidad territorial intermedia por excelencia, teniendo para cumplir esta función, gran autonomía en los campos político, fiscal y administrativo. Bajo el citado supuesto, este trabajo analiza y describe la situación concreta en la que se encontraría la ciudad de Bogotá bajo la forma de un modelo de ordenamiento territorial de carácter regional. En el supuesto de un ordenamiento territorial de carácter regional, la ciudad de Bogotá debería constituirse como una ciudad – región, la cual –geográficamente- sería la suma del actual Distrito Capital y los municipios circunvecinos con los cuales se tenga establecida la más cercana relación funcional. El significado que para Bogotá tendría el convertirse en ciudad – región es el de una mayor autonomía en el campo político y fiscal. En el campo político, porque tendría la posibilidad de ejercer funciones de carácter constitucional en materias que afecten la estructura básica de las regiones, así como ejercer funciones legislativas en materias específicas asignadas por la Constitución. En el campo fiscal, la autonomía de la ciudad – región de Bogotá, en particular y de las demás regiones, en general, busca superar la tradicional fragilidad fiscal de las entidades territoriales intermedias. Para ello, los recursos de la ciudad – región de Bogotá estarían conformados por el producto de los impuestos que recauden los cuales serían los que hoy cobran los departamentos, los recursos del Fondo de Compensación Regional, las transferencias del nivel central y los provenientes de las operaciones de crédito público.