dc.description.abstract | A lo largo de los años, han existido ciertas disputas en lo que referencia a género. Su definición histórica -“una categoría etnocéntrica que sólo da cuenta de las relaciones entre hombres y mujeres de la cultura occidental” (Lozano, 2010, p.12) - ha producido una segregación de lo que este significa. La literatura, las ciencias sociales y el propio Estado se han basado en la definición anterior para catalogar y señalar a la mujer negra - o afrodescendiente- de “pobre, vulnerable, analfabeta, llena de hijos e incapaz para la acción”. (Viveros, 2010, p.1) Lo anterior, constituyendo una violación al propio ser, y lo que aproxima a la confrontación de la necesidad de reclamar sus derechos, para lograr una correcta identidad. Tras el surgimiento de las prácticas desarrollistas y de la denominada globalización, el feminismo ha evaluado los conceptos de cuerpo y territorio; relación que da paso al racismo y la inclinación hacia temáticas relacionadas a la opresión de raza y al surgimiento de violencia física y psicológica. Esto, ha conllevado a analizar e identificar aquellas formas coloniales de dominación que utilizan y ponen en práctica las temáticas previamente mencionadas y el debate que estas comprometen. Dichos debates revelan cómo la falta de reflexiones en torno a la raza, etnia y género han invisibilizado a las mujeres negras y su camino en la construcción de su identidad - contribución teórica denominada como feminismo negro-. Este - o también conocido como black feminism- pone en evidencia el acoplamiento de raza, clase social y formas de discriminación y lo que esto ha concretado en la vida de las mujeres negras en diversos espacios. A pesar de los grandes avances que este fenómeno ha marcado en diversos lugares alrededor del mundo, el enfoque previamente mencionado - visto como un paradigma colonial- no se puede entender ni interpretar en todos los espacios ni territorios. Lo anterior, tomando en cuenta las diferentes dinámicas que presenta cada grupo social -como lo son las del pacífico colombiano- y sus diversas emergencias históricas que han dado paso a la construcción de una cultura radical y desigual que sigue persistiendo en nuestros días. Sin embargo, las formas de resistencia actuales han sido generadas por las propias dinámicas utilizadas en contra a su territorio y su cultura -miedo y violencia- que han dado paso a esa lucha por la construcción de identidad (ser), en la que se destaca un despliegue de políticas territoriales, elaboración de diversas estrategias de seguridad y defensa para su propio mando y control; factores surgientes del fenómeno y movimiento conocido como feminismo negro. | spa |