Ulysses es un espacio alternativo: lugares otros emergidos en la mente del utopista Lepold Bloom. Estos espacios bloomescos que me propongo aquí estudiar son: primero, la cocina como lugar en el que se producen las metáforas del pensamiento; segundo, el jardín como el lugar por excelencia del pensamiento tal como Bloom lo imagina. Por último, en estas topografías de lo posible el cuerpo aparece también como un lugar en el lugar, como un cuerpo utópico: al final, Ulysses termina por constituir un cuerpo-lugar otro particular como puro cuerpo resonante, a lo que yo llamo utopía sonora: un lugar en el sensorio de la escucha. Pero antes de llegar a ese lugar utópico es necesario reconstruir toda la armazón que constituye el orden y la concepción de la máquina tal como aparece en Dublín. Debemos recorrer los mecanismos y las tecnologías que la conforman. Primero, cómo aparece inscrita en el cuerpo y cómo se une a él por medio de metáforas y cuyo resultado evidencia la ficción discursiva que la constituye. Luego, analizar y recorrer desde la percepción de Bloom esa metáfora constituida y formada en un ámbito específico, que es la escucha como el lugar que ocupa la máquina y que embarga exasperantemente el cuerpo bloomesco.