La unidad esponsal va ligada o dirigida al hecho de la procreación, como también va enmarcada en lo que respecta a la santidad de vida de la pareja y poique no decir de la familia entera, que como primera comunidad domestica está llamada a buscar la íntima unión y comunión con el Dios de la vida, que invita a vivir en unidad a ejemplo del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Esta unidad que tiene como primer compromiso el procrear se compromete a ser la nueva sociedad, nuevos ciudadanos de la comunidad y convivencia humana, quienes, por medio de la gracia de los dones del espíritu de Dios, se hacen y son el pueblo de Dios, pueblo elegido como asamblea santa donde está la responsabilidad, la tarea y el compromiso del enlace o desposorio nupcial, que se da con la bendición divina y se forma la perijóresis nupcial, que es el núcleo o la esencia de la vida matrimonial y que el pueblo afro de la Diócesis de Quibdó busca establecer, como epicentro de la vida familiar en la actualidad, acorde a los principios de la Iglesia y en especial del quehacer canónico, tal como lo expresa el canon 1055, que se ha estudiado, haciendo perfecta unión de vida matrimonial en unidad, fidelidad, entrega y donación de los esposos y sean estos principios la axiología del vínculo familiar.