Uno de los mayores retos en la formación del talento humano en salud son los cálculos relacionados con la capacidad instalada de los centros de práctica para lograr la adecuada exposición al ambiente clínico y facilitar el logro de competencias. El artículo presenta un análisis desde la visión de un centro médico académico como es el Hospital Universitario San Ignacio en relación con la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia.