La pregunta ¿La bicicleta eléctrica sirve para el ciudadano común en los recorridos día a día? no es fácil de
responder ya que es un problema ingenieril, donde las variables que determinan las respuestas dependen de
múltiples estudios para evidenciar la autonomía, capacidad y probabilidad de reemplazo con este medio de
transporte y que el ciudadano normalmente no puede concluir de forma objetiva.
Así mismo, determinar de forma cuantitativa el potencial que tiene la bicicleta eléctrica para utilizarse en viajes
que actualmente se hacen en otros medios más contaminantes y menos eficientes, permitirá al usuario potencial
de este medio de transporte, seleccionar de manera más crítica el método a utilizar que sea conveniente para él.Para puntualizar también
el rendimiento en términos de eficiencia energética, en este estudio se realizó un algoritmo basado en modelos
de gasto energético de la bicicleta; que genera viajes artificiales simulando los recorridos comúnmente hechos
por la ciudadanía (datos obtenidos en la Encuesta de Movilidad 2019). Esto con el propósito de establecer si la
e-bike puede reemplazar el medio con la que se realizan los viajes y aportar análisis que ayuden a entender con
qué probabilidad el usuario estará dispuesto a hacer este cambio