Las papas nativas son un componente fundamental de la agrobiodiversidad andina. Tienen importancia biológica, agrícola, económica y social, debido a sus potencialidades en procesos de mejora fitogenética, acceso a nuevos mercados y conservación de servicios ecosistémicos en zonas frágiles como los páramos y bosques altoandinos, por lo cual conforman un escenario relevante para el desarrollo sostenible de un país megadiverso como Colombia que aprendiendo del modelo de Perú, Ecuador y Bolivia, puede hacer más competitivo el sector, mejorar la seguridad alimentaria y revalorizar la agrobiodiversidad para contribuir a su conservación.