En Colombia las grandes diferencias sociales y económicas siempre
han sido un factor constante en la sociedad, lo cual se ha incrementado
particularmente en los últimos veinte años que han representado para
nuestro país numerosos traumatismos económicos, sociales y políticos, en
los que son axiales el narcotráfico, el conflicto con los grupos armados al
margen de la ley y por supuesto las consecuencias de la crisis económica
mundial, que ha perjudicado de manera relevante países en vía de desarrollo
como el nuestro, afectando nuevamente los sectores más vulnerables de
la sociedad, y por consiguiente incrementando los índices de pobreza,
desempleo y desigualdad. Los altos rangos de desempleo en América
Latina han llevado al continente a vivir una situación crítica de deterioro
social creciente, lo cual ha generado un gran impacto principalmente sobre
las familias.