Este trabajo busca destacar el enunciado efectivo que constituye la imagen como hecho social en sí misma, y trata de derogar la idea dominante según la cual el texto es el único vehículo del discurso lógico. Para ello, se aplica el análisis de contenido y la pragmática de la imagen sobre las portadas de las revistas Cambio y Semana (1998-2004), asumidos como enunciados o acontecimientos discursivos que constituyen modalidades específicas de producción de sentido y configuran imaginarios colectivos, que, pese a su aparente interés testimonial, no muestran la complejidad de la realidad colombiana, sino que la encubren mediante una retórica no perturbadora, al hacer uso de imágenes cotidianas, alejándose del conflicto y construyendo a sus actores a partir de estereotipos.