El arte rupestre en Colombia –como vestigio material que permite reconstruir y dar a conocer los orígenes y las trayectorias socioculturales del pasado–, hace parte integrante del patrimonio arqueológico colombiano y por lo tanto esta declarado como Bien de Interés Cultural del ámbito
Nacional (BICN), razón por la cual se encuentra amparado por un régimen normativo que propende por su protección y preservación; medidas que, sin embargo, no son suficientes para mitigar la creciente destrucción a la que se esta viendo sometido debido a múltiples agentes y dinámicas
del desarrollo que lo afectan. Las pinturas y grabados rupestres se encuentran signados
en soportes pétreos cuya relación con su entorno se debe abordar, para su gestión y protección -tanto en su aspecto material, como en el de su significación cultural– de manera integral, por lo que se propone aquí concebirlos bajo el concepto más amplio de Sitios con Arte Rupestre (SAR), y con base en el diagnóstico de su gestión en varios lugares de Colombia, se formulan una serie
de lineamientos que apoyen iniciativas de activación patrimonial de SAR, mediante acciones que privilegien su apropiación social y aprovechamiento sostenible, como estrategia para lograr su protección y conservación a futuro.